Uno de los primeros sueños viajeros que recuerdo era el de subir en globo en Capadocia. Era muy pequeña, lo suficiente como para no saber ubicar Turquía en el mapa, cuando en una soporífera tarde de verano haciendo zapping me tropecé con un documental que mostraba los encantos de esta región turca. Desde entonces me dije que algún día yo tendría que vivir esa experiencia, presenciar esos paisajes marcianos desde las alturas mientras los primeros rayos de sol comienzan a ponerse.
Unos cuantos años después pude conquistar esa meta personal. Mi primera vez en globo, por supuesto en la Capadocia. Cuando planteamos un primer viaje a Turquía, con Estambul como gran meta, teníamos claro que debía ser de al menos una semana para poder combinar la enorme historia de la antigua Constantinopla con la naturaleza y los paisajes de ensueño que ofrece esta región. Quedamos prendadas del país, y la experiencia en globo en Capadocia fue solo la guinda del pastel. ¿Volamos?
Montar en globo en Capadocia
La Capadocia está considerada como uno de los mejores lugares del mundo para montar en globo aerostático. De hecho en ningún otro punto del planeta sobrevuelan tantos globos a diario. Eso convierte la escena en un auténtico espectáculo, tanto para el que monta como para el propio espectador. Madrugar para contemplar el amanecer es una de las cosas imprescindibles que hacer en Capadocia.
Lo que convierte a esta región en un lugar excelente para esta práctica es su particular orografía que se aprecia mucho mejor desde arriba. La vista aérea te permite hacer una composición más exacta de la extensión y particularidad Capadocia, que sin duda se ha ganado a pulso ser el principal atractivo de Turquía.
Nuestra experiencia
Existen muchas empresas que ofrecen el vuelo en globo en Capadocia y todas con un precio bastante similar. Nosotras nos decantamos por Air Balloon, ya que leímos buenas críticas y nos salía por 120 euros el vuelo de una hora (en 2016). Reservamos el vuelo a través del hotel en el que nos alojamos en Göreme.
Prácticamente todos los hoteles te ofrecerán esta posibilidad y, si estás en duda hasta el último momento, puedes contratarlo una vez estés in situ. En este sentido, Turquía, y la Capadocia muy especialmente, está perfectamente preparada y pensada para que el turista disfrute. No te faltarán agencias donde contratar esta actividad. Además del vuelo te incluye la recogida en el hotel en el que te alojes –en nuestro caso en Göreme- para llevarte al lugar de salida del globo. Y después te vuelven a dejar en el alojamiento.
La experiencia que te cuento corresponde a un vuelo compartido con otras personas pero también está la posibilidad de contratar un viaje privado por un precio más elevado. Da igual la empresa o si viajas en grupo o en pareja; lo cierto es que vueles como vueles el madrugón no te lo va a quitar nadie. Nuestro despertador sonó a las tres y media de la mañana porque en torno a las cuatro pasaban a recogernos desde Air Ballon. No más de quince minutos después de montarnos en la furgoneta estábamos desayunando en una sala que la empresa monta en sus oficinas para ofrecer un tentempié light –incluido en el precio- para compensar el madrugón.
¡Por fin llegaba el momento! Nos volvieron a meter en una furgoneta para dirigirnos al llano en el que estaban preparando nuestro globo. Una estampa preciosa conformada por el amanecer y la columna de fuego del prendedor que permite poner en pie el globo. El nuestro se dividía en cuatro cestas de mimbre y en cada una viajábamos cuatro personas. El piloto viaja en medio y es un espectáculo verlo manejar el aparato con tanta facilidad. Después de unas instrucciones básicas de seguridad comenzamos a alzarnos hacia el cielo para disfrutar de uno de esos momentos por los que merece la pena vivir. Fue un instante mágico porque todos estábamos en silencio, expectantes, y solo se escuchaba el rugido de las llamas que inflan el globo.
Una vez arriba te maldices por tener que parpadear y perderte un microsegundo de ese paisaje de ensueño. La sensación de flotar es placentera y confirmas que, efectivamente, hasta una persona con vértigo puede montar en globo sin pasarlo mal. De verdad, que el miedo no os frene a subir en globo en Capadocia porque yo soy incapaz desde hace años de montarme en una montaña rusa e incluso me echan para atrás las norias y os aseguro que arriba no sientes nada de vértigo.
Y, así, amaneció mientras sobrevolábamos los parajes de la Capadocia que tantas veces había visto en documentales, rodeadas de cientos de globos más que embellecen aún más si cabe el paisaje. Turquía nos volvía a regalar una postal para el recuerdo, como cuando unos días antes contemplamos un atardecer perfecto en Estambul.
Es una pasada contemplar las extrañas formaciones geológicas desde arriba y los paisajes lunares que tanto caracterizan a esta región turca. Los valles cortados mezclados con formaciones rocosas de Capadocia te transportan a un paisaje lunar, sin duda un lugar único en el mundo. Una maravilla de la naturaleza esculpida a base de las inclemencias meteoreológicas que crearon formaciones cónicas y escarpadas de gran belleza. Llama de forma positiva la atención la capacidad de adaptación que tuvo el ser humano para asentarse en este entorno.
El paseo en globo en Capadocia dura una hora pero allí arriba el tiempo vuela, literalmente, así que el viaje se pasa rápido. Cuando es hora de descender el piloto avisa a la furgoneta de remolque para decirle de la ubicación en la que va a aterrizar, y es que esto depende del viento que sople esa mañana.
Una vez descendimos nos esperaban en una llanura con una botella de champán y unos dulces para brindar por esta experiencia. Para nosotras, subir globo en Capadocia es un imprescindible si viajas hasta esa zona. Una experiencia que no es barata, pero que en un país bastante económico en otros apartados como el alojamiento, la comida o el transporte supone una inversión que, a nuestro juicio, merece mucho la pena.