Antes de viajar a Rusia surgen las incógnitas: ¿Cómo será el país? ¿Habrá facilidades para moverse? ¿Cómo son los rusos con los turistas? A pesar de estar relativamente cerca, las reminiscencias de la Guerra Fría y el Telón de Acero hacen que desconozcamos casi todo de ese gran país, casi como ocurre con nuestros vecinos de Portugal (aunque los españoles tenemos más ‘delito’ por ello). Sin embargo, la ‘Madre Patria’ rusa se encarga de borrar todos los prejuicios e ideas preconcebidas que podamos llevar desde casa. Rusia es acogedora para el turista, segura como cualquier país de Europa y con una cultura y una historia digna de conocer. Aunque en este primer viaje únicamente estuvimos en las dos principales ciudades, solo con ellas ya se abre el apetito para visitar otros destinos menos conocidos de Rusia. Os dejamos el itinerario y presupuesto de 8 días para Moscú y San Petersburgo.
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Viajar a Rusia, ¿por libre o con agencia?
Hay quien prefiere viajar a Rusia con agencia por miedo a los trámites en Rusia, a no entenderse en restaurantes y hoteles y al transporte. No os vamos a engañar: mientras que en San Petersburgo la mayoría de la gente con la que nos cruzamos, sobre todo si eran jóvenes, hablaban el suficiente inglés como para comunicarnos, en Moscú no es tan común y apenas nos cruzamos con un par de dependientes que lo hablaban. La mayoría de los restaurantes tienen una carta en inglés y los carteles suelen tener también escrito en alfabeto latino la traducción. Eso sí, de nuevo, esto ocurre más en San Petersburgo que en Moscú.
¿Es esto un problema para moverse por Rusia? No, para nada. El idioma universal de las señas y un poquito de ayuda del traductor de Google es suficiente para apañarse con todo el mundo. Como he dicho, los rusos siempre ponen de su parte para entender y hacerse entender. Además, agradecen muchísimo cuando sueltas alguna frase en ruso, así que un ‘Buenos días’ puede abrirte las puertas a su ayuda.
Por lo tanto, recomendaría sin dudar viajar por libre a Moscú y a San Petersburgo ya que es prácticamente como hacerlo por Europa. Dicho esto, el mayor problema es conseguir el visado del país, que, como dijo el presidente Mariano Rajoy, «no es cosa mayor; dicho de otra forma, es cosa mayor». El trámite es largo, farragoso y muy muy caro. Rusia no parece interesada en tener grandes masas de turistas europeos viajando entre sus fronteras, porque conseguir el visado cuesta 158 euros para dos personas, enviar los pasaportes físicamente a Madrid o Barcelona y esperar que no se demore más allá de los 10 días laborales que indican que tarda en tramitarse.
Aún así, gracias a las instrucciones de webs como Rusalia, gestionar el visado uno mismo es posible. En su post indican como completar paso a paso el visado a Rusia.
Itinerario de 7 días por Moscú y San Petersburgo
A la hora de organizar vuestro viaje por Moscú y San Petersburgo, la primera recomendación es que tratéis de entrar por una ciudad y salir por otra. En España, las mejores ofertas de vuelos son ida y vuelta a Moscú, ya que apenas hay vuelos directos (y baratos) a San Petersburgo, pero si buceáis un poco con páginas como Skyscanner podéis encontrar algún buen precio para combinar los vuelos. Es importante porque así perdéis menos tiempo en los traslados.
Para moverse entre Moscú y San Petersburgo, lo más rápido y barato es el tren. Tenéis decenas de opciones entre ambas ciudades, tanto en tren rápido (parecido al AVE en España) como en tren nocturno, de lujo (el famoso Flecha Roja) o los trenes camas habituales en Europa.
Este fue nuestro itinerario en Moscú y San Petersburgo:
- Día 1. Llegada a Moscú desde Madrid en vuelo directo con Aeroflot.
- Día 2. Visita a la Plaza Roja, las galerías Gum, la basílica de San Basilio y el Kremlim. Ruta por las estaciones de metro de Moscú más bonitas.
- Día 3. Entrada al Mausoleo de Lenin. Visita al parque NVDKh y los museos de la Cosmonáutica y el Espacio.
- Día 4. Visita al cementerio Novodevichy de Moscú y al mercadillo de Izmailovo. Por la noche, tren nocturno hacia San Petersburgo.
- Día 5. Primer contacto con San Petersburgo. Este día lo aprovechamos poco porque estaba diluviando 🙁
- Día 6. Mañana en el Hermitage. Ópera en el teatro Mariinsky de San Petersburgo
- Día 7. Visita al Kuntscamera, y nueva visita al Hermitage, para terminar de ver la colección de los siglos XIX en adelante. Tour guiado de la Revolución Rusa. Visita a la catedral del Salvador de la Sangre Derramada
- Día 8. Vuelva a España desde San Petersburgo con escala en Riga con la aerolínea Air Baltic.
Alojamiento en Moscú
Como miramos siempre en nuestros viajes, tratamos de que nuestro hotel esté cerca de una línea de metro, lo que nos permite alejarnos del centro y encontrar algo mucho más barato. En el caso de Moscú, este plan cobra mucho más sentido ya que tiene la red de metro más rápida y eficiente que he visto nunca.
Con elegir cualquier hotel que esté dentro del llamado ‘Garden Ring’ de Moscú ( una especie de bulevar que rodea la primera circunvalación de la ciudad) podréis plantaros en menos de diez minutos en la Plaza Roja en metro y unos 25 minutos andando.
Nosotros escogimos el Mini hotel Chekhov na Tverskoy, a cinco minutos de la estación de metro de Tverskaya. Además de buena ubicación, está limpio y es bastante confortable. Nos costó 160 euros por tres noches. La única pega es que está un poco escondido, pero desde el hotel te mandan fotos y la ubicación para encontrarlo. La recepcionista no hablaba inglés, pero de igual modo pudimos comunicarnos perfectamente con ella.
Alojamiento en San Petersburgo
Al igual que en Moscú, intentamos que el alojamiento de San Petersburgo estuviera cerca de una línea de metro y dentro de la ‘frontera’ que marca uno de los canales de la ciudad, el Fontanka. En este caso, escoger estaba bastante más complicado: en San Petersburgo no hay tantas líneas de metro como en Moscú y los precios son bastante elevados.
Encontramos una buena oferta en el Vitamin Hostel, que nos costó 143 euros, que más bien es una especie de residencia ubicada en un edificio de la avenida Sadovaya, cerca de la parada de Sennaya Ploschad. Este alojamiento estaba todavía más escondido que nuestra opción de Moscú, y lo encontramos únicamente gracias a la ayuda de un viandante que llamó al hostel y habló con ellos en ruso para abrirnos la puerta. Ojo, ¡son cuatro pisos sin ascensor!
Presupuesto para Moscú y San Petersburgo
Los precios en Rusia son, más o menos, como los que podemos tener en España. Exceptuando el metro, que es insultantemente barato, comer en un restaurante decente sale por unos 25 euros entre dos, aunque si pruebas los stolovayas (unos comedores de la etapa soviética tipo bufet con comida tradicional) puedes comer por unos 16 euros para dos personas.
Este fue nuestro presupuesto para el viaje a Moscú y San Petersburgo:
- Billetes de avión Madrid – Moscú y San Petersburgo – Madrid: 330 euros
- Carta de invitación para el visado: 33,5 euros (para dos personas)
- Visado: 158 euros (para dos personas)
- Hotel Moscú: 160 euros (para dos personas)
- Entrada Patio de las Catedrales del Kremlin: 700 rublos (10 euros)
- Entrada San Basilio: 1000 rublos (14,2 euros)
- Tarjeta para el metro: 250 rublos (3,5 euros)
- Tour por el parque NVDKh: 15 euros
- Entrada Museo del Espacio: 300 rublos (4,2 euros)
- Entrada Museo de la Cosmonáutica: 250 rublos (3,5 euros)
- Entrada cementerio Novodevichy: 300 rublos (4,2 euros)
- Visita guiada al cementerio Novodevichy: 500 rublos (7,1 euros) (para dos personas)
- Tren cama en segunda clase entre Moscú y San Petersburgo: 37,5 euros
- Hotel San Petersburgo: 146 euros (para dos personas)
- Metro de San Persburgo: 5,1 euros
- Entrada de dos días para el Hermitage: 21 euros
- Entrada para la ópera en el teatro Mariinsky: 35 euros
- Entrada al Kuntscamera: 300 rublos (4,2 euros)
- Tour de la Revolución Rusa en San Petersburgo: 18 euros
- Entrada a la catedral del Salvador de la Sangre Derramada: 400 rublos (5,7 euros)
- Taxi del hotel hasta el aeropuerto Pulkovo de San Petersburgo: 21,3 euros (para dos personas)
Total: 775 euros como presupuesto para 8 días en Moscú y San Petersburgo. Obviamente, a esta cantidad hay que sumarle las comidas y las bebidas, que como os hemos dicho no deben superar los 25 euros por cabeza. Así, el presupuesto final sería de unos 1.000 euros.